Prácticas Somáticas para la menopausia y aliviar los síntomas
Las prácticas somáticas para la menopausia ofrecen alivio tanto para el sistema nervioso como para los síntomas.
Bienvenida al primer episodio de mi podcast , un espacio donde hablamos de la menopausia y la madurez femenina en positivo, desde la consciencia, el cuidado y, sobre todo, el amor hacia nosotras mismas y nuestros cuerpos.
Tienes la opción de escucharlo desde YouTube, solo escucha, no hay video, o de leerlo más abajo. Tú escoges tu forma preferida.
Hoy quiero compartir contigo algo que, si estás en la pre o menopausia, puede marcar la diferencia en cómo vives esta etapa. Son 6 practicas somáticas para aliviar algunos síntomas de la menopausia: los sofocos, la irritabilidad, la ansiedad. el insomnio, la líbido, la niebla mental y los dolores musculares.
Escuchar nuestro cuerpo
Pero antes déjame preguntarte algo… ¿Cuándo fue la última vez que realmente escuchaste tu cuerpo? No me refiero a notar un síntoma o un dolor, me refiero a sentirlo de verdad. A notar sus ritmos, sus tensiones, su energía, su necesidad de moverse o de descansar.
Par mí, escuchar mi cuerpo se ha convertido en una práctica diaria, especialmente a partir de la llegada de mi menopausia, hace ya 8 años. Antes de eso, pasé por encima de él muchas veces, obviando mi necesidad de descanso, de parar, de moverlo desde la consciencia, de nutrirlo con productos saludables, en definitiva, de escucharlo y cuidarlo con amor. La llegada de mi menopausia y el cambio hormonal con sus diversos síntomas me supusieron un reto y poco a poco puse el foco de atención en mí y en mi autocuidado y en informarme sobre las diferentes prácticas y tratamientos para poder sentirme mejor hoy. Soy una buscadora desde muy joven y nunca me rindo hasta que encuentro la solución a mis malestares, sean estos emocionales, físicos o incluso más allá, espirituales.
Durante todos estos años he comprendido algo muy importante: mi cuerpo, nuestro cuerpo, no está en nuestra contra. Solo nos está pidiendo que lo escuchemos de una nueva manera en esta nueva etapa.
Y desde esta necesidad mía de búsqueda de soluciones naturales descubrí recientemente las prácticas somáticas para la menopausia que aplicadas a algunos síntomas realmente tienen efectos sorprendentemente positivos y es de lo que te voy a hablar hoy.
¿Qué son las prácticas somáticas?
Las prácticas somáticas son herramientas que nos ayudan a regular nuestro sistema nervioso y nuestras emociones a través del cuerpo. Son técnicas que combinan movimiento, respiración y conciencia corporal para liberar tensión que vamos acumulando, y restaurar el equilibrio.
Porque el cuerpo recuerda. Cada experiencia que hemos vivido, cada momento de estrés, cada emoción que no hemos procesado del todo, se queda almacenado en nuestra postura, en nuestros músculos, en nuestra forma de respirar, en nuestro cuerpo, y deja una huella, una impronta, que se van acumulando a lo largo del tiempo.
Y en la pre y menopausia, con todos los cambios hormonales y emocionales que ocurren, este “almacén” se activa. Es como si de repente el cuerpo dijera: “Ya no puedo seguir sosteniendo todo esto de la misma manera.” Y es que esta es la frase estrella que me dicen la gran mayoría de mujeres que acompaño.
Por eso aparecen síntomas como:
✔️ Sofocos y cambios en la temperatura corporal. No solo dependen de las hormonas, sino también del nivel de estrés y tensión acumulada en el cuerpo y en como lo nutres.
✔️ Ansiedad e irritabilidad. Cuando el sistema nervioso está en alerta, que es la Mayoria del tiempo en la sociedad que vivimos, cualquier pequeño cambio puede sentirse como una montaña rusa emocional.
✔️ Insomnio o sueño interrumpido. A veces no es solo por las hormonas, sino porque el cuerpo no sabe relajarse completamente
✔️ Niebla mental y dificultad para concentrarse. Un sistema nervioso sobrecargado impacta directamente en la claridad mental.
✔️ Cambios en la libido y desconexión con el placer. No es solo cuestión de estrógenos, sino de cómo nos sentimos en nuestra propia piel.
✔️ Dolores musculares o rigidez. Porque el estrés y la tensión se reflejan directamente en el cuerpo.
Sé que escuchar todo lo relacionado con los síntomas puede abrumarte, la buena noticia es que podemos ayudar a nuestro cuerpo a encontrar su equilibrio de nuevo, eso si, siempre dedicándole un tiempo de escucha, amor, y presencia.
Y para eso, quiero compartir contigo 6 prácticas somáticas para la menopausia que te pueden ayudar a aliviar estos síntomas con amor y conciencia.
Las 6 prácticas somáticas para la menopausia
1️⃣ Para el estado de ánimo: Respiración 4×4
Si sientes que tu estado de ánimo es un torbellino y pasas de estar eufórica a llorar sin saber muy bien porqué durante un mismo día, prueba la respiración 4×4, te ayudará a relajarte y a volver al presente y a tu centro:
- Siéntate cómodamente con la espalda totalmente pegada a la silla (o sofá) y los pies apoyados en el suelo. ¿Ya te has sentado? Cierra los ojos y coge aire a través de la nariz mientras cuentas hasta cuatro sintiendo la entrada de aire en tus pulmones.
- Aguanta la respiración mientras cuentas, una vez más y de forma pausada, hasta cuatro. Mantente relajado.
- Ha llegado el momento de soltar el aire: exhálalo poco a poco durante otros cuatro segundos.
- Repite todo el proceso durante cinco minutos y notarás como esta práctica te ayuda a equilibrar el sistema nervioso y a traer más estabilidad emocional.
Recuerda que toda respiración consciente es como un acto de amor hacia nosotras mismas».
2️⃣ Para la ansiedad: Autocontacto calmante
Cuando la ansiedad te apriete el pecho, prueba esto:
Abrazar un cojín y expira realizando el zumbido de la abeja
Puedes hacerlo sentada estirada o de pie como sientas que es mejor para ti.
Coge un cojín, llévalo a tu vientre y sujétalo con tus manos hacia ti, como abrazándote.
El vientre es una zona muy sensible y la contención del cojín ayuda aliviar la ansiedad.
Ahora inspira y a espirar dejas salir el aire con un zzzzzzz como si fuera el zumbido de una abeja.
- Mientras vas respirando repite en tu mente: “Aquí y ahora está todo bien. Aquí y ahora estoy a salvo.”
- Mantente así durante 5 minutos o el tiempo que desees si estás a gusto.
La ansiedad es una proyección de la mente hacia el futuro relacionada con el miedo. Es una forma de decirle a tu sistema nervioso y a tu mente: “En este presente No hay peligro y puedo relajarme.”
3️⃣ Para la libido: Movimiento pélvico con sonido
Para muchas mujeres la líbido desciende con el cambio hormonal. Es como si se esfumara. Por ello es importante la construcción del deseo en menopausia, no esperar que aparezca sino ponernos activas con él. Esto puede realizarse de muchas maneras, una de ellas es activar la pelvis. Si sientes que tu deseo ha descendido, prueba esto:
- De pie empieza a mover tu pelvis en círculos suaves. Hacia la derecha 5 veces y realizas 3 contracciones de vagina y hacia la izquierda cinco veces más y 3 contracciones de nuevo.
- Mientras lo haces, vas respirando y al exhalar hazlo con un sonido placentero: “, aaaaahh…” abriendo la boca.
- Repite estos movimientos durante 5 minutos.
Estos movimientos, practicados a diario, reactivan la circulación de la zona y despiertan la conexión con el placer.
4️⃣ Para los dolores musculares: Sacudida corporal
Muchos dolores musculares son por falta de movimiento , sedentarismo, energía estancada, y esto es un pez que se muerde la cola: cuanto menos nos movemos mas nos cuesta. Es un pez que se muerde la cola.
Cuando el cuerpo está tenso y rígido, una practica llamada shaking o sacudida puede resultar muy beneficiosa:
- Encuentra un espacio cómodo: ponte de pie con los pies a la anchura de los hombros en un lugar donde puedas moverte y no te interrumpan.
- Empieza a temblar: Comienza a sacudir suavemente tus brazos, piernas y torso. Permite que el movimiento sea orgánico y espontáneo.
- Respira profundamente: Toma respiraciones profundas y constantes mientras te sacudes, enfocándote en las sensaciones en tus brazos y piernas.
- Conecta con tu cuerpo: Presta atención a las áreas de tensión y deja que tu propia sacudida libere estos puntos de estrés de forma natural.
- Sacude tu cuerpo durante 2-3 minutos, o hasta que sientas una sensación de liberación y relajación.
- Disminuye el ritmo gradualmente: Reduce paulatinamente tus movimientos hasta detenerte suavemente. Tómate unos instantes para quedarte quieto y percibir las sensaciones en tu cuerpo.
El sacudimiento somático ayuda a descargar esta energía acumulada del cuerpo, permitiendo que el sistema nervioso regrese a un estado de equilibrio. y de liberar el dolor muscular.
5️⃣ Para los sofocos: Respiración lunar
Los sofocos afectan aproximadamente al 80% de las mujeres que atraviesan la pre y menopausia. Suelen comenzar como una sensación repentina de calor centrada en la parte superior del pecho y la cara que rápidamente se generaliza. La sensación de calor suele durar de dos a cuatro minutos, a menudo se asocia con sudoración y ocasionalmente palpitaciones, y en ocasiones va seguida de escalofríos y una sensación de ansiedad.
Muchas mujeres los refieren como uno de los síntomas más incómodos y abrumadores, sobre todo al inicio cuando los desconoces.
Si los sofocos te abruman, prueba esta técnica refrescante:
Chandra Bheda Pranayama es una técnica yóguica de respiración que te ayudará a conectar con tu energía femenina o energía lunar, entre su múltiples beneficios está el de disminuir el calor corporal y reduce la ansiedad y el estrés.
- Consiste en tapar tu fosa nasal derecha con el pulgar de la mano derecha y
- Respirar solo por la izquierda durante 2 minutos.
Este tipo de respiración activa el lado del cuerpo asociado con la calma y el enfriamiento.
6️⃣ Para la niebla mental: Estimulación frontal
La niebla mental se caracteriza principalmente por la sensación de que nuestros pensamientos no son tan claros como antes. Nos olvidamos palabras, nombres, dificulta la capacidad de mantener la atención y genera estados de confusión .
Si sientes que tu mente está nublada y dispersa, prueba la técnica del tapping con las yemas de los dedos de ambas manos en tu frente y poco a poco las vas desplazando por toda tu cabeza, dando toquecitos suavemente.
Esto activa la circulación en la zona frontal del cerebro, despeja y resetea la mente y ayudando a recuperar la claridad.
Estas son solo algunas prácticas somáticas que te pueden ayudar, pero lo más importante es que empieces a escuchar tu cuerpo de verdad.
No como algo que hay que arreglar, sino como un aliado que está en constante conversación contigo.
Así que mi invitación para ti es esta: prueba estas prácticas y observa qué cambia en ti. ¿Cómo se siente tu cuerpo después de unos minutos de respiración consciente? ¿Cómo responde cuando le das movimiento en lugar de tensión?
Y si quieres profundizar en este camino, en mis sesiones de coaching te acompaño para que descubras cómo conectar con tu cuerpo de una forma amorosa y transformadora e integrar estas prácticas dentro de un plan de autocuidado diseñado exclusivamente para ti que abarca nutrición, ejercicio, gestión emocional, gestión del estrés, autoconocimiento y espiritualidad. Puedes solicitar tu entrevista gratuita aquí.
Nos vemos en el próximo episodio. Y recuerda: tu cuerpo es tu hogar y en la madurez femenina se convierte en tu templo.
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